jueves, 11 de diciembre de 2025

Perdedores de dos décadas

 

 Hay provincias, cantones y pequeños pueblitos en los que Rodrigo Paz ha ganado en la segunda vuelta hasta con el 90 por ciento de los votos. Durante el pasado inmediato, durante por lo menos cinco elecciones consecutivas, esos votos fueron cautivos de las candidaturas del MAS-IPSP, los que no fueron registrados en los radares de consultores como Jaime Durán Barba que no se enteraron que sumados –los de esas provincias, cantones y pequeños pueblitos—son los que terminan haciendo una invariable diferencia entre el voto popular que otra vez sumó 55 para que nuevamente el voto conservador clasemediero urbano y racializador llegara a 45.

Ya se escuchan las voces de quienes afirman que la candidatura del Partido Demócrata Cristiano (PDC) conformada por Paz-Lara ha ganado con un voto prestado, ese voto producto de la desintegración de la unidad del bloque popular que alguna vez liderizó Evo Morales. Dicha afirmación puede serle útil al propio Evo para sacar el talonario de facturas en búsqueda de un engañoso posicionamiento en sentido de que el evismo chapareño facilitó el triunfo de Rodrigo, pero sobre todo otra derrota de los que comenzaron a perder con sistemática puntualidad, cada cuatro-cinco años, mientras el MAS ganaba y ganaba desde 2005.

Antes que un triunfo de Paz se trata de una derrota de intensidades distintas. La lista de los primeros grandes segundones la encabeza esa cuadrilla de asesores de campaña que van por la vida desde encuestadores que pretenden explicar cómo se procesa el agua tibia hasta estrategas sabedores de técnicas manipulatorias, de formas eficaces de detección de demandas y ansiedades, pero que a pesar de haber pasado por las carreras de sociología, ciencias políticas, o comunicación política no supieron aprender que para ganar una elección en esta Bolivia multiforme, a veces sólo es necesario llevar una guitarra a un mercado de caseritas y cantar “para el pueblo lo que es del pueblo”.

La noche del 19 de octubre, Tuto Quiroga agradeció en su alocución nuevamente perdedora a sus asesores “Jaime, Santiago y Gandi” por “habernos enseñado a hablarle a la gente”. Si eso fuera cierto, sus probabilidades de ganar el balotaje habrían sido mayores. A quienes tendría que haberle preguntado Tuto cómo se les habla a los bolivianos, ojo, a todos los bolivianos, no sólo a algunas familias que viven en el Urubó, en la Zona Norte de Cochabamba o en La Florida de La Paz, es a Carlos Palenque que inauguró un marketing cholo, producto del aprendizaje de las calles en los 80-90, o del propio Edman Lara que sin saberlo le hizo caso a Charly García: “Le estoy hablando, hablando a tu corazón.”

Atragantados con Evo y sus socios de ayer y de hoy, se escuchan sentencias paternalistas a cargo de asesores de campaña en esta elección desempleados (seguro que habrían jugado otra vez como nunca y perdido como siempre) que fustigan a los gobiernos del MAS como responsables de todas las desgracias humanas. Saben perfectamente que eso no es cierto. Saben que entre 2006 y 2014 se construyeron las condiciones para que los trasnochados neoliberales devenidos en golpistas (Tuto, Doria Medina, Mesa y una larga lista de ladronzuelos y represores) nunca pudieran conquistar el poder por la vía de la legitimidad del voto. Han sido nuevamente derrotados, pero como otro consultor de campañas  predice: “Esta es su penúltima vez.” Y a esto sería necesario agregar: Siempre hay una nueva oportunidad para volver a perder.

En el siguiente peldaño de los perdedores hay que anotar a las encuestadoras que en los dos estudios de opinión para la segunda vuelta le dieron el triunfo a Tuto, a continuación, a los medios que amplificaron esas encuestas y escondieron la basura racista de JP Velasco en formato tuitero y finalmente a los panelistas que pretendieron analizar los resultados, desde el payaso Krusty, preferido por Los Simpsons, pasando por el Chino que con camisa a cuadros y su ya conocido odio y descriterio dijo que el triunfo de Paz-Lara fue “made in tik-tok” y Oscar Ortíz, el Rector de la Católica de Santa Cruz que como se diría en buen porteño es más aburrido que chupar un clavo, eso sin contar sus antecedentes como facilitador y ministro del gobierno de facto de 2019-2020.

Con este puñado de perdedores, queda saber qué hizo el ganador para conseguir el triunfo. Y en este sentido, a diferencia de sus adversarios, Rodrigo Paz decidió emprender una travesía por los territorios en los que habitan esos bolivianos y bolivianas que no saben que Durán Barba se lleva un par de millones de dólares por campaña, en este caso como premio a su estruendosa derrota. Esa travesía de por lo menos dos años fue infravalorada por medios hegemónicos como Unitel que en agosto decidió excluirlo de uno de sus debates. Favor que le hicieron, en tanto el ninguneo político desata cadenas de solidaridad y empatía. Torpe y tempranamente discriminado por el establishment, por estas horas, Rodrigo Paz Pereira es el nuevo Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

 



Originalmente publicado en la columna Contragolpe de La Razón el 03 de noviembre de 2025

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