Muy por el contrario de lo que muchos de mis detractores creen, amo el oriente boliviano porque gracias a él he podido completar mi aprendizaje de vida en estos últimos quince años. He pasado desde 1997 casi todos los fines de año en Trinidad y he estado en Santa Cruz de la Sierra y Cobija muchísimas veces por razones de trabajo...Sonrío entonces cuando un puñado de pretenciosos blogueros creen estar convencidos del estereotipo que han hecho de mí: Colla, anticamba, centralista, antiempresario, etc, etc.
Tonterías: Leo el oriente boliviano a partir de sus necesidades de base y no de los engañosos imaginarios que una élite bastante ramplona ha construído sobre ella misma, sobre su supuesta pujanza y modernidad, sobre su pretendida apertura hacia el siglo XXI. Esos cruceños, benianos o pandinos que se pasan la vida confundiendo el hablar fuerte con la vociferación sin fundamento van a seguir rerduciendo sus áreas de influencia, una a una, sencillamente porque para ellos la sociedad está constituída por la parte que ellos conforman y no por el todo multiforme que es cada vez menos silencioso y va rompiendo progresivamente el miedo al que fue sometido y definitivamente entronizado con la dictadura apoyada en la cruceñidad cívica de los Banzer, Gutiérrez Gutiérrez, Valverde Barbery...
¿Pero de qué se ufanan estos terratenientes trasnochados, estos señores feudales en caída libre y decadencia? ¿Cuáles son sus motivos de orgullo, de farseo, de ostentación? Supongo que sus logros familiares y sus conquistas de clan, sus miles de extensiones de tierras mal habidas, sus viajes a Miami o a playas brasileñas, porque logros para edificar una sociedad estructurada en el sentido de bien común no se ven por ningún lado.
El Alcalde de Triidad Moisés Shiriqui amenaza con volver a ser candidato para seguir encabezando la alcaldía de la capital beniana. Este protegido del acuerdo Banzer-Paz Zamora, tiene entre sus laureles el de cobrar sueldo como munícipe y como militar retirado. Cobra doble el cowboy de Moxos. Y Ernesto Suárez, el Prefecto, Ernestito para los amigos, también está listo para pasar de Prefecto a Gobernador del Beni. Estos son dos de los gobernantes del oriente boliviano, del derrotado Conalde, de la moribunda media luna. Jamás les he escuchado un concepto interesante, una palabra inteligente, un plan de desarrollo para su terruño. Nada. Nada de nada. Le dejan a la gente que los eligió, migajas porque para algunos chorlitos es mejor migajas que nada...será hasta el día en que el andinocentrismo se convenza que hay cosas que no pueden hacerse nada más que desde la Plaza Murillo, que en el oriente boliviano son los mismísimos cambas quienes deben hacerse cargo de las transformaciones estatales y sociales.