miércoles, 21 de abril de 2021

Obituario de los nadies (*)

 

Mientras la corporación periodística de la derecha no deja de mirarse el ombligo, esta vez porque alguien osó “desprestigiar” a una de sus agremiadas por una consultoría resumida en un informe de 18 páginas, examino la lista de los muertos, consecuencia de la “pacificación” emprendida por Jeanine y Murillo. Mientras la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos defiende a capa y bastón a los policías y militares que decidieron traicionar el orden constitucional en noviembre de 2019, observo que gran parte de los muertos son cocaleros de las seis federaciones del Chapare y jóvenes estudiantes de El Alto. El promedio de edad de los masacrados oscila entre los 25 y los 30 años.

Mientras el Consejo Nacional de la Democracia (CONADE) fundado contra la dictadura de García Meza, sale profiriendo alaridos por la detención preventiva de la autoproclamada Añez, leo en los reportes del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) que los caídos en el puente de Huayllani (Sacaba) se fueron de este mundo por traumas toráxicos y encefalocraneanos, hemorragias internas, laceraciones cardiacas y disparos de armas de fuego.  

Mientras la corporación de opinadores del conservadurismo gruñe, ansiosa, desesperada por querer demostrar que no hubo golpe de Estado, compruebo, otra vez, que efectivos militares pretenden justificarse diciendo que se detectaron “elementos extranjeros” entre los movilizados, que se encontró una munición 7.65 que no tienen las fuerzas armadas bolivianas, o que “se dispararon entre ellos”. Releo las informaciones y ya no me quedan dudas de la naturaleza fascistoide del gobierno de facto que para blindar a los blindados, les regala el decreto 4078 con el que los exime de responsabilidades penales en su misión de restablecimiento de la ley y el orden, dicho de manera brutal, les confiere licencia para matar.

Los familiares de los Nadies no compran diarios. Y menos se les ocurriría publicar avisos necrológicos de sus muertos. Los Nadies apellidan Jamachi, Paniagua, Posto, Mamani, Ticona, Quisbert, Tenorio, Patty, Zenteno, Huanaco, Vásquez, Carballo, López, Calle, Colque, Sipe, Sánchez, Sejas, Vargas, NN, Larico, Callizaya, Callisaya, Taco, Ledezma, Jarata, Condori, Conde, Soria, Guzmán, Rojas y Salinas. En medio de esta nueva tragedia nacional en forma de masacre política es justo no dejar de mencionar a Mario Salvatierra y Marcelo Terrazas que en fuego cruzado murieron en Montero, Santa Cruz, el uno como  parte de un grupo irregular y el otro como militante del Movimiento al Socialismo (MAS).  Hay también un sargento de policía, Juan José Alcón Parra, que pereció en los disturbios callejeros producidos en El Alto y el Comandante de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), Cnl. Heyberth Antelo que falleció producto de un accidente automovilístico, dicen que en el intento de evitar un cachorro de dinamita.     

Suficiente con recontar los muertos y verificar sus procedencias. La mayoría es aymara y quechua. Muchos de ellos, militantes de organizaciones sociales vinculadas al MAS, pero no todos, porque ya se sabe que entre los muertos, los 31 heridos de Senkata y los 115 de Sacaba-Huayllani, no faltan los de siempre, “los que pasaban por ahí” y a quienes les llegó una bala perdida o que sin saber leer ni escribir fueron pateados en el suelo por efectivos de uniforme verde olivo.

Esta es la pacificación que le ha regalado Jeanine Añez y sus secuaces a Bolivia en noviembre de 2019. Este es el marco en el que se propone “borrón y cuenta nueva”. Fácil, como no son “sus” muertos…a olvidar el “fraude”, el golpe de Estado y a construir un país para todos. Qué tipos geniales. Tuvieron casi un año completo para generar una proposición acusatoria debidamente documentada con el objetivo de demostrar que hubo un cambio “sospechoso” en la  tendencia del conteo preliminar no vinculante de las elecciones del 20 de octubre. ¿Qué hicieron? Perseguir masistas y afines. Criminalizarlos. Cazarlos como lo confesó sin tapujos Murillo, el ministro de la muerte. Y aquí debemos añadir: Extorsionarlos vía fiscales, ofrecerles pegas a cambio de testificaciones inventadas contra sus jefes, pedirles astronómicas sumas de dinero a cambio de libertad. Eso hicieron. A eso se dedicaron, y también al armado de torpes negociados, entre otros, con el corona virus.

La corporación periodística, la corporación de opinadores, la Asamblea de la “derecha humana”y el torcido CONADE,  callan sobre los muertos de Sacaba, Senkata-Huayllani, El Pedregal y Betanzos, quienes otra vez ofrendaron sus vidas convencidos de un profundo sentido de nación. Gracias infinitas a todos ellos y a sus familias. Aunque no alcance. Que a la jerarquía eclesiástica y a algunos embajadores les quede siempre claro que el dolor humano es intransferible.

(*) “Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata” (Eduardo Galeano, 1940)




Originalmente publicado en la columna Contragolpe del diario La Razón el 10 de abril

Jeanine y el trío del poder

 

El que fuera Senador Edwin Rodríguez (Movimiento de Organizaciones Populares MOP), recordó en un programa de radio hace siete días (“Al límite”, Illimani-Patria Nueva), que había quedado abierta la posibilidad para que el 12 de noviembre de 2019, a través de un acuerdo con la mayoritaria bancada del MAS, pudiera asumir la presidencia del Senado y de ese modo dar paso a una genuina sucesión constitucional, una vez renunciados Evo Morales, Alvaro García Linera, Adriana Salvatierra y Victor Borda.

En plena campaña electoral, el Senador potosino estaba convencido que había que concentrar el voto por un solo candidato para ganarle al MAS, y por ello desistió de su postulación junto a Oscar Ortíz. Pues bien, cuando el Plan B (Añez presidenta) notificado por Doria Medina en la Universidad Católica a representantes del MAS (Adriana Salvatierra, Susana Rivero, Teresa Morales) ya había entrado en funcionamiento, el propio Ortíz, Arturo Murillo y Jeanine Añez en ágil movida, habilitaron a la suplente de Rodríguez, Reina Isabel Villca Huayllani, quién en su momento firmó una carta dirigida al presidente de EE.UU. Donald Trump, pidiendo intervenir Bolivia. Con esta indebida habilitación, a Rodríguez, se le impidió el ingreso a la Asamblea Legislativa, lo mismo que a senadores y diputados del MAS, ante el riesgo que suponía para este trío de senadores, la instalación reglamentaria de la sesión.

En contacto con otra radiemisora (Centro de Producción Radiofónica CEPRA), Rodríguez declaró que al haberse distanciado de la derecha boliviana, es decir, de su propia bancada, y entablado contactos con senadores masistas, se hacía probable que asumiera como presidente de la transición hacia nuevas elecciones, por lo que los senadores en cuestión --repitamos, Ortíz-Murillo-Añez— decidieron omitir el procedimiento constitucional y de ese modo se generó la autoproclamación de la segunda vicepresidenta del Senado violando el art.169 de la Constitución y el reglamento del Senado, quién ya había anunciado el mismo domingo 10 por televisión que llegaría a La Paz para asumir una presidencia que “le correspondía”.

Completo, con éste, una cincuentena de textos periodísticos publicados desde fines de diciembre de 2019 (“Hasta aquí llegamos Evo”, www.debatesindígenas.org), relacionados con la sucesión inconstitucional de Añez que dio lugar a un gobierno de facto, autoritario, represivo y corrupto. Hasta aquí se han registrado datos, argumentos, citas, declaraciones y comportamientos, todo esto en el marco de una detallada recolección de los hechos producidos entre noviembre de 2019 hasta estos días en los que tenemos a la autoproclamada expresidenta guardando detención preventiva por cargos de conspiración, sedición y terrorismo, a los que se van agregando otros relacionados con su ejercicio en el poder, entre ellos, responsabilidades por las muertes de Sacaba y Senkata.

Lo que queda más claro que el agua es que Jeanine sabe lo que hizo. Que junto con sus colegas Ortíz y Murillo tomaron el gobierno por asalto. Si los descontrola que se le llame Golpe de Estado, pueden ponerle el nombre que menos molesto les resulte, al final de cuentas, el transcurso del tiempo ayudará  aestablecer la verdad histórica superando las narrativas.

 Un breve diálogo de uno de estos senadores con un funcionario de la Asamblea Legislativa en momentos tan decisivos para la preservación de la constitucionalidad del país, me permite asegurar que eran concientes de lo que estaban haciendo:

- Senador, lo que están por hacer es ilegal…

- Sabemos que sí, que es ilegal, pero tenemos el apoyo del pueblo. Y actuaremos con esa legitimidad.

Ortíz, Murillo y Añez sabían que estaban violando la ley, pero su animalidad política les decía que en ese momento “su legitimidad” mandaba, que con las fuerzas militares y policiales reprimiendo las movilizaciones populares que derivarían en masacres, y con la furia de las clases medias profundamente antimasistas que supieron saltar de las redes sociales a las calles, encontraron que los uniformes y las armas de fuego protegían esa “legitimidad” que según el senador X justificaba la violación a la legalidad. De las calles, las carreteras y los bloqueos nació el MAS-IPSP, y en esas calles y carreteras se lo reprimió y masacró para dar lugar a un inconstitucional gobierno de transición promovido con exacerbación.

Jeanine Añez, conciente de haber violado la ley para hacerse de la presidencia, ha recibido desde la lejanía de los Estados Unidos un “fuerza amiga, estamos del lado correcto de la historia y será ella la que nos juzgue” de parte de Arturo Murillo. En cambio, Oscar Ortíz, que terminó rompiendo con el gobierno, con Añez y  Murillo, y con los Demócratas, parece no estar tan conmovido con el destino de quién fuera usada para la toma del poder y hoy se encuentra en estado de melodramática victimización.



Originalmente publicado en la columna Contragolpe del diario La Razón el 27 de marzo.

Jeanine Añez fue elegida presidenta en la Universidad Católica de La Paz

 

Ha regresado la furia de la derecha en Bolivia. La captura de Jeanine Añez producida en la casa de alguna vecina o familiar solidaria, encontrada detrás de un mueble, ha alborotado otra vez a los demonios de quienes, acostumbrados a la impunidad y a los privilegios de clase, no pueden concebir que la ex presidenta de facto haya sido detenida preventivamente por cuatro meses por una juez cautelar, lo mismo que para sus ex ministros Alvaro Coimbra de Justicia y Rodrigo Guzmán de Energía con acusaciones de conspiración, sedición y terrorismo en el marco del caso “Golpe de Estado” promovido por la ex diputada del MAS, Lidia Paty.

A Jeanine y a todos quienes la usaron para consolidar la defenestración de Evo Morales, el operativo los tomó por sorpresa, mientras se encontraban enfrascados en el seguimiento a los computos electorales para gobernaciones departamentales y alcaldías municipales, luego de celebrados los comicios subnacionales el domingo 7 de marzo con un solo partido de alcance nacional, el Movimiento al Socialismo (MAS), compitiendo con oposiciones de específicos alcances territoriales, y sin vínculos orgánicos entre las mismas como es el caso de Creemos de Luis Fernando Camacho, gobernador electo por Santa Cruz; Somos Pueblo de Ivan Arias, alcalde electo de La Paz; y Súmate de Manfred Reyes Villa, alcalde electo de Cochabamba, todos ellos vinculados a las acciones conspiratorias que obligaron a la renuncia del presidente Morales y el vicepresidente García Linera el 10 de noviembre de 2019.

El apresamiento de Añez podría dar lugar a un intento de articulación entre estas fuerzas dispersas que con sus victorias logran equilibrar en alguna medida la balanza después de que el MAS con el binomio Luis Arce-David Choquehuanca se hiciera de un triunfo con el 55 por ciento de los votos en las presidenciales del 18 de octubre del pasado año, resultado que acabó con un gobierno en el que campeó la persecución política, la criminalización de militantes y dirigentes sindicales, la extorsión judicial, y la corrupción institucionalizada.

 El antecedente más oscuro del gobierno de Añez es la muerte de treinta y ocho personas producidas en las localidades de Senkata, El Pedregal y Sacaba-Huayllani, donde efectivos militares actuaron respaldados por el Decreto Supremo 4078 firmado  por la Presidenta y sus ministros, que exime a los uniformados de responsabilidades penales.

El gobierno de Jeanine se fue deteriorando conforme avanzaban los meses en 2020, producto de su errónea decisión de ser candidata para las elecciones presidenciales y su obsesivo matonaje violando derechos humanos a diestra y siniestra. Es por ello que se fue apagando la confianza dispensada al gobierno de facto por la propia OEA y el Departamento de Estado norteamericano.

Los ex ministros de Gobierno, Arturo Murillo, y de Defensa, Fernando López, abandonaron el país antes de que el nuevo gobierno electo fuera posesionado el pasado 8 de noviembre. Era obvio preveer que en algún momento estas acciones judiciales se materializarían, momento para el cuál huyeron hacia adelante con destino final en los Estados Unidos, cuando todo indicaba que el apoyo del gobierno de Trump al gobierno de facto boliviano había terminado.  

Como bien apunta el periodista Freddy Morales, corresponsal de Telesur en La Paz (twitter), a Jeanine Añez no se la eligió en la Asamblea Legislativa Plurinancional, ya que fue en instalaciones de la Universidad Católica Boliviana en la que a través de reuniones el 11 y el 12 de noviembre de 2019, los organizadores de la caída de Evo, comunicaron que “con ustedes o sin ustedes tenemos nuestro plan B”, frase pronunciada por el empresario Samuel Doria Medina, posterior candidato a la vicepresidencia de Jeanine Añez.

Fue Susana Rivero, en ese momento presidenta en ejercicio de la Cámara de Diputados quién refirió estos hechos al diario La Razón de La Paz, recién la semana pasada, y que junto a Adriana Salvatierra, presidenta del Senado, participaron de dichas reuniones cuando ya todo estaba diagramado con la violación de los artículos 169 y 170 de la Constitución y el Reglamento del Senado, induciendo al Tribunal Constitucional a la fabricación de un comunicado --sin valor jurídico vinculante-- para habilitar la ascensión de Añez.

Ha circulado de manera profusa la fotografía en la que Añez es posesionada en una irregular sesión del Senado, en la que no hubo quorum reglamentario, con la imposición de la banda presidencial a cargo del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kalimán, quién le había pedido setenta y dos horas antes la renuncia a Evo Morales.

Los golpistas Quiroga, Mesa, Doria Medina, Camacho y Ortíz, propiciadores y participantes de las reuniones en la Universidad Católica junto con los embajadores de la Unión Europea, del Brasil y un representante de la Iglesia se aferran a la cantaleta de que hubo fraude y no golpe cuando es perfectamente verificable que en los once meses del gobierno de facto, tal acusación no ha podido ser demostrada, razón por la que las autoridades de los tribunales electorales departamentales están siendo sobreseídas como lo informara el sábado 12 el ministro de Justicia, Iván Lima.

Los alaridos de persecución política y regreso de la “dictadura” han comenzado a retumbar en los salones de la política tradicional boliviana, cuando ha concluido el cómputo de las elecciones subnacionales con segundas vueltas a celebrarse en abril en La Paz, Chuquisaca Tarija y Pando, producto de resultados para gobernaciones que según la ley electoral exigen 40 por ciento de los votos y diferencia de 10 sobre el segundo para acceder al triunfo de manera directa.

Se han expedido ordenes de detención para los ex jefes militares del Alto Mando que facilitaron la caída de Evo --ya fue aprehendido el Contra Almirante, Flavio Arce, Jefe de Estado Mayor del Comando General--, lo mismo que para el ex Comandante de la Policía, Gral. Yuri Calderon y para los ex ministros Arturo Murillo, Fernando López y el recientemente huído, ex titular de la cartera de la Presidencia, Yerko Nuñez, quién habría sido alertado sobre su inminente captura y encontró  la manera de ponerse a buen recaudo. También se detuvo al jefe de la Unión Juvenil Cochala, Yassir Molina, una agrupación civil de choque que actuó en modo paramilitar durante los veintiún días de crisis en el país, que terminaron con la presidencia de Evo Morales y continuó sembrado el terror en la populosa Zona Sur de la ciudad de Cochabamba.

La Fiscalía General del Estado acusa a Jeanine Añez de haber presionado a los presidentes del Senado, Adriana Salvatierra y de Diputados, Victor Borda, quién se vió obligado a renunciar porque tenían amenazada a su familia en la ciudad de Potosí, de donde es oriundo. Para agregarle confusión al escenario, se ha informado ampliamente que en un momento definitorio, Evo Morales consideró que toda la línea sucesoria debía renunciar para que “ellos se quedaran con su golpe” y asumieran la conducción del país desprovistos de legalidad y legitimidad.

Bolivia vive una crisis de Estado que se inició con la habilitación de Evo Morales como candidato a la presidencia a través de una decisión del Tribunal Constitucional en noviembre de 2017, a título de que su candidatura estaba basada en un derecho humano, desconociendo el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016 en el que ganó el No a una nueva repostulación, decisión que activó la ira de los votantes que con un 51 por ciento ganaron a quienes se pronunciaron porque Evo terciara nuevamente en elecciones nacionales. A partir de ese momento, la polarización se ha ido manifestando progresivamente y se reactiva con el apresamiento de Jeanine Añez que a sabiendas de que no le correspondía, se arriesgó a asumir una responsabilidad sin el sustento jurídico constitucional que ha dado lugar a una detención con ribetes cinematográficos y de la que se espera, sea administrada en el marco del debido proceso y las garantías a las que tiene derecho como ciudadana.


Originalmente publicado en Noticias de América Latina y el Caribe (NODAL) el 15 de marzo.

 

Escapistas

 

Se abre un nuevo capítulo de la política y la gestión pública con unas elecciones subnacionales en las que al Movimiento al Socialismo (MAS) no le ha ido bien, primero por el traumático antievismo manifestado en las urnas que padece la Bolivia conservadora-neoliberal, segundo, por la caótica e inorgánica manera en que el único partido con alcance nacional definió candidaturas, varias de ellas equivocadas vistos los resultados, y tercero por inexistentes estrategias de campaña de varios de sus principales actores, muchos de ellos casi seguros de obtener triunfos antes de salir a pelear en la cancha.

En ese contexto, esos histéricos opinadores autoproclamados demócratas, así, a secas, tienen que estar contentos porque sus referentes golpistas (noviembre, 2019), han obtenidos triunfos significativos que buscarán blindajes desde el poder ante procesos judiciales por haber tentado y convencido a oficiales militares y policías de perforar el orden constitucional entre motines e indebidos pedidos de renuncia al Presidente del Estado, acusado entonces de montar un fraude hasta ahora no demostrado, ni siquiera con la ventaja de controlar el país los once meses que tuvo el principal persecutor del masismo, Arturo Murillo, para alentar una investigación por anverso y reverso, y de esa manera encontrar las pruebas que justificaran procesos penales contra los presuntos delincuentes electorales.

De persecutor político, Arturo Murillo pasó al oficio de escapista que consiste en crear problemas y a continuación huír de ellos, en este caso, antes de que la exasperante lentitud de nuestro sistema judicial encontrara los cargos para acusarlo por los desmanes cometidos y auspiciados en su autoritario ejercicio como Ministro de Gobierno. Seguramente para uno de esos opinadores, digamos que el más histérico por su vocación para el agravio y por el padecimiento de alucinaciones con el presidente Arce,  Murillo, creación política de Doria Medina, debe ser otro “demócrata” como él, lo mismo que otros persecutores mediáticos, también auspiciados por Samuel, el gran perdedor de la historia electoral del país forever in the life.

En el mismo club de escapismo hay que contemplar al Gral. Sergio Orellana, ese que en su calidad de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas flanqueado por varios de sus camaradas, se dirigió en traje de combate a la Asamblea Legislativa Plurinacional para arrancarle a Eva Copa la aprobación de ascensos. Eran momentos en que se podían encontrar tanquetas circulando por las calles de nuestras ciudades, para garantizarnos que no nos enfermaríamos de coronavirus, si se considera cuan efectiva puede ser una metralleta en el  combate contra una pandemia. No le fue bien a Orellana que tuvo que volver sobre sus pasos y con el rabo entre las piernas. Alguien ya ha debido informarle que lo único que quedaba de institucionalidad democrática en ese breve tiempo de botas y charreteras, eran las Cámaras de Senadores y Diputados, escenario del que rebotó olímpicamente hasta llegar, dicen que a Colombia, luego de imitar el escapismo de Murillo, seguramente agobiado por sus responsabilidades.

 Es probable que Orellana sufra pesadillas con Senkata, Sacaba y El Pedregal, pero sobre todo sueñe con el Decreto Supremo 4078 firmado por la presidenta de facto, Jeanine Añez y sus ministros que en su artículo 3 dice:  “El personal de las FF.AA., que participe en los operativos para el restablecimiento del orden interno y estabilidad pública estará exento de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constitucionales, actúen en legítima defensa o estado de necesidad, en observancia de los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad, de conformidad con el Art. 11 y 12 del Cód. Penal. Ley 1760 y el Código de Procedimiento Penal.”

El que no juega al escapismo y es capaz de ganar una elección con más del 50% de los votos es el candidato de Creemos a la gobernación de Santa Cruz, que lo de macho lo lleva hasta en el apellido, el cual honra sin un ápice de remordimientos, cuando junto con su papá acudieron a gestionar el golpe con policías y militares, tal como  lo cuenta hinchado de orgullo en un video hiperviralizado en las redes, convencido de ser la reencarnación del Cristo Redentor de la Monseñor.

En esta apertura de un nuevo episodio en nuestra literaria vida política, algunos legisladores del MAS, sin orientación sobre competencias, piden las renuncias los ministros de Gobierno y de Justicia por haber permitido la huída del ex Comandante Orellana, como si a estos dignatarios de Estado les correspondiera actuar en esta materia y para que más temprano que tarde vuelva a acusarse al partido de gobierno de persecución política como en los peores momentos del último gobierno de Evo Morales, mientras el Ministerio Público duerme el sueño de los justos.



Originalmente publicada en la columna Contragolpe del diario La Razón de La Paz el 13 de marzo.

"Al MAS no le ha ido bien ni en términos numéricos, ni en términos cualitativos"

 

Entrevista a Julio Peñaloza Bretel, periodista boliviano

Por Nicolás Retamar, de la redacción de NODAL

Bolivia celebró el domingo 7 de marzo las elecciones departamentales, regionales y municipales, siendo la segunda elección en pandemia y la primera desde el regreso de la democracia que devolvió a la presidencia al MAS en la figura de Luis Arce y David Choquehuanca.

Pese al lento avance del escrutinio final, ya hay algunos resultados importantes que permiten pensar el nuevo escenario político que se vislumbra en Bolivia. NODAL dialogó con el periodista Julio Peñaloza Bretel, quien analizó los resultados parciales y el impacto del nuevo panorama que se avecina para el gobierno de Luis Arce.

¿Qué lectura hace de las elecciones subnacionales y su importancia?

Considerando que este es un país tan diverso que tiene Cordillera de los Andes, montañas, valles templados hacia el medio de su geografía, llanos, trópicos y Amazonía, esta diversidad hace que la elección sea muy importante en la medida en que las nueve gobernaciones y los 340 municipios por los que se ha votado el domingo 7 de marzo revisten una trascendencia grande dado que son las expresiones institucionales de la democracia más cercanas al ciudadano. El municipio es el que resuelve tu problema de alumbrado público, buena provisión de agua potable, recojo de basura, mejoramiento de tus calles y más. Esta elección es importantísima también por el hecho de que, haciendo una valoración de lo que han sido las distintas gestiones de gobernaciones y alcaldías de las ciudades principales, han habido muchos problemas, mucha corrupción y mucha ineficiencia. Por ejemplo, la alcaldía de Cochabamba a cargo de José María Leyes llevó adelante una serie de acciones vinculadas a hechos irregulares como la adquisición de mochilas para estudiantes de la educación pública que consistieron en un negociado y sobreprecio escandaloso que prácticamente acabaron con su carrera política. La importancia de las elecciones pasa por la renovación de figuras y esperamos que por mejor calidad de gestión tanto a nivel gobernación como a nivel alcaldía.

¿Qué análisis hace del desempeño del Movimiento Al Socialismo en las elecciones departamentales, regionales y municipales?

El Movimiento Al Socialismo (MAS) en términos territoriales va a ganar la mayor cantidad de alcaldías en el país. En este momento detenta 247 de 340 alcaldías. Sin embargo nos circunscribiremos a nueve gobernaciones más nueve capitales de departamentos para las alcaldías y una ciudad especial como El Alto para realizar un  análisis cualitativo de esos 19 gobiernos dado que son los de mayor gravitación en el funcionamiento de la institucionalidad democrática del país. Al MAS no le ha ido bien en este sentido porque va a perder la mayor cantidad de alcaldías de capitales de departamento, aunque probablemente va a ganar la de Sucre pero todavía no está definido porque hay que repetir votación en tres mesas. En el resto de las nueve capitales hay distintas expresiones opositores que son muy regionales. No hay un mismo partido como el MAS que se haya presentado en todas las ciudades capitales. Sí Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa, pero le ha ido muy mal y sus porcentajes están entre el cuatro y el cinco por ciento. Por lo tanto no tienen ninguna incidencia ni en las alcaldías ni en las gobernaciones.

Sin embargo, tenemos expresiones regionales muy fuertes como Luis Fernando Camacho -gobernador de Santa Cruz-, Manfred Reyes Villa -alcalde de Cochabamba-, Iván Arias -alcalde de La Paz-, Johnny Torres -alcalde de Tarija- y dos personajes emergentes como Unzueta y Cámara, gobernador y alcalde de Beni respectivamente. Estas son expresiones inconexas de unas oposiciones porque en Bolivia no hay una oposición, hay varias oposiciones y esto va a tener incidencias en sus gobiernos locales y está por verse si se va a traducir en una articulación para intentar generar una fuerza política que le haga frente al MAS de cara a las elecciones para las que faltan muchísimo todavía.

El desempeño del MAS en términos generales ha sido negativo, se han tomado decisiones en cuanto a candidaturas un poco equivocadas y también se han encarado defectuosamente las estrategias de campaña considerando fundamentalmente que el principal problema del MAS está en la figura de Evo Morales rechazada por clases medias urbanas de las ciudades que ven en él al prorrogista que quiso eternizarse en el poder. Por lo tanto, en la ciudad de La Paz, que es la sede del gobierno del país y la capital política de Bolivia, ha ganado el exministro de obras públicas del gobierno de facto de Jeanine Áñez Iván Arias con casi 48% por encima de uno que era mejor candidato que él como César Dockweiler, quien revolucionó el transporte público en La Paz con las distintas líneas de teleféricos que supo construir y ha quedado con un 36%. Entonces al MAS no le ha ido bien producto de tres causales: el “antievismo” de las clases medias conservadoras y con predilección por lo neoliberal en las ciudades, malas estrategias de campaña y malas decisiones en cuanto a la elección de los perfiles de los candidatos.

¿Cuál es el papel que jugará la oposición teniendo en cuenta algunas victorias como la de Luis Fernando Camacho y Manfred Reyes Villa y algunas derrotas como la de Jeanine Áñez y Marco Pumari?

En cuanto a los ganadores, si consideramos que en el llamado eje troncal que conforman los departamentos más grandes y poblados del país que son La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, tenemos un alcalde en La Paz que fue ministro de Obras Públicas de Jeanine Áñez como Iván Arias y un alcalde en Cochabamba que es Manfred Reyes Villa, un hombre de derecha que en su momento fue socio de Gonzalo Sánchez de Losada, formó parte de lo que fue la democracia pactada y es el último dinosaurio de la política boliviana con capacidad de regresar al poder a través del voto porque la gente de Cochabamba le ha confiado la alcaldía con más del 50% de los votos, cosa que es abrumadora frente a poco más del 20% del candidato del MAS Nelson Cox, quien prácticamente quedó aplastado en términos numéricos en la elección. En Santa Cruz tenemos a Luis Fernando Camacho, a quien siempre denomino el “macho alfa” del golpe del 10 de noviembre de 2019, que tiene una visión federalista de las cosas y tiene una incidencia estrictamente regional en su departamento que es el más grande del país, el que genera economía y donde están los grandes productores ganaderos y agroexportadores. Camacho va a ser el opositor más recalcitrante del gobierno de Arce Catacora. Esos son los ganadores indiscutibles. Podría sumar a Eva Copa aunque viene del riñón del MAS, que es la principal equivocación que ha cometido el Movimiento Al Socialismo en este proceso eleccionario. Eligió a Zacarías Maquera en vez de elegir a Eva Copa que, al no haber sido elegida candidata del MAS, se fue para otra tienda política también de perfil Aymara que es “Jallalla La Paz” de Felipe “El Malku” Quispe, que recientemente ha fallecido y cuya candidatura a la gobernación la ha asumido su hijo Santos. Eva Copa es la ganadora más rotunda de estas elecciones municipales con el 67% frente a un 22% del candidato del MAS, pero ella no es parte del proyecto político antipopulista, como le llamaría la derecha boliviana a todo lo que signifique Evo Morales y sus desprendimientos o conexiones voluntarias e involuntarias. Este ha sido el principal error del MAS. Eva Copa será una especie de híbrido entre opositora y no opositora porque va a tener mayor capacidad de negociación de ciertos temas con el gobierno central de Luis Arce Catacora, cosa que le va a ser más dificultoso tanto a Arias en La Paz, a Manfred Reyes Villa en Cochabamba y a Luis Fernando Camacho en Santa Cruz.

¿De qué manera pueden incidir en la gestión del presidente Luis Arce los resultados de las gobernaciones que pasan a segunda vuelta?

Es muy probable que tampoco le vaya bien al MAS porque van a sumarse todos los “antievo” para evitar que el MAS gane esas gobernaciones. Si el MAS llega a sumar las gobernaciones de Cochabamba que ya está asegurada, la de Oruro y probablemente la de La Paz, va a tener de nueve gobernaciones el control de tres y de 10 municipios el control de solamente uno. Al MAS no le ha ido bien ni en términos numéricos ni en términos cualitativos, entonces aquí tenemos un voto cruzado porque mientras el MAS gana la elección presidencial de 2020 con el 55.10% de los votos, en las elecciones subnacionales pierde en las principales ciudades y gobernaciones que estarán a cargo de distintas oposiciones regionales, que tienen incidencia solamente en sus departamentos y es muy importante repetirlo. Los candidatos afines al MAS, los candidatos ganadores del MAS y los opositores al MAS van a tener que sentarse a la mesa de negociaciones para concertar una serie de temas con el gobierno central cuando sea inevitable. Por ejemplo, en la pandemia hay competencias nacionales y competencias sub-nacionales tanto en gobernaciones como en alcaldías que hay que compatibilizar para seguir luchando contra el coronavirus y fundamentalmente para hacer exitoso todo el programa de vacunación entre el más de marzo hasta septiembre donde debiera estar vacunada la mayor parte de la población boliviana.

Tendremos un escenario muy plural con golpistas legitimados con el voto y con gente que emerge como nuevas expresiones como Unzueta y Cámara, los candidatos del Beni – el segundo departamento más grande del país- que no son ni del MAS ni de la oposición tradicional. Ambos están vinculados al ” Movimiento Tercer Sistema”, el partido de Félix Patzi, gobernador saliente de La Paz que es Aymara y que ha tenido capacidad para hacer presencia en el oriente del país, que en términos culturales, geográficos y climáticos, es una Bolivia completamente distinta a la que pertenece Patzi. Un último punto que hay que subrayar, que siempre me parece importante, es que el gobernador de La Paz otra vez será un Aymara y los tres principales candidatos han sido Aymaras: Franklin Flores del MAS, Santos Quispe, hijo del Malku, por Jallalla La Paz, que seguramente van a dirimir la posibilidad de acceder a la gobernación a través de una segunda vuelta, y un tercero que es un indígena de derecha que se llama Rafael Quispe y que estuvo vinculado en el viceministerio de Descolonización en el gobierno de facto de Jeanine Áñez. Ya en el departamento de La Paz lo Aymara, lo indígena originario campesino, como se lo llama en nuestra nueva Constitución aprobada a través de referéndum por el pueblo boliviano en 2009, es esencialmente indígena Aymara y eso es muy significativo porque hasta los blancoides y mestizos de la ciudad están votando por candidatos aymaras porque las mejores opciones para gobernar La Paz son precisamente las que ponen sobre la mesa a estos candidatos. Sin embargo, la ciudad de La Paz es una cosa y el departamento de La Paz es otra cosa más grande y más compleja. Por eso tenemos que el alcalde de La Paz es de la derecha vinculado al gobierno de facto de Áñez y el gobernador de La Paz viene del mundo popular e indígena, ya sea Franklin Flores o Santos Quispe, uno del MAS y otro de Jallalla La Paz.


Originalmente publicada en Noticias de América Latina y el Caribe (NODAL) el 11 de marzo

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