sábado, 29 de septiembre de 2007

Informe sobre el estado de la(s) nacion(es) I

Conciente de asistir en el próximo tiempo a la inauguración de un sólo Estado conformado por varias naciones bajo el común denominativo de Bolivia, independientemente del éxito o fracaso inmediato de la Asamblea Constituyente, podría elegir el camino del recuento pormenorizado de lo que nos pasa como país "hacia el mundo" en los planos habituales con que se mide el tamaño, la incidencia política en la arena internacional y el momento económico de un Estado moderno, pero creo que tal elección volvería a posponer la prioridad de buscar datos y la necesidad generar estructuras de investigación acerca del desarrollo humano, asunto llamativamente postergado en un momento que todos suponemos de cambio.
Desde el punto de vista de la conciencia de autoidentificación, respeto por las diferencias étnico culturales como principio de igualdad ciudadana, sentido de soberanía, lucha por los derechos ciudadanos desde los sujetos colectivos, preservación e intervención en la explotación y uso de los recursos naturales, participación en la base social para la toma de decisiones, los bolivianos calificamos con nota sobresaliente.
Es desde el ámbito de los saberes, la capacitación técnica, la formación entendida desde la necesidad de la actualización permanente que tenemos severos problemas que con la "revolución democrática y cultural" firmada por Félix Patzi no se resuelven, porque si para los seguidores de un andinocentrista es suficiente con enarbolar una whipala y un par de consignas estamos fundidos.
¿En qué se notan las rajaduras, por ejemplo, de la gestión gubernamental? En lo que refleja la multicolor y dispareja composición del MAS que bajo el genérico denominativo de Movimiento de Movimientos (lease movimientos sociales) expone una fortaleza masiva envidiable para arremeter con vistas a la toma del poder total, pero unas debilidades a partir no sólo desde la condición originaria de la gran mayoría de sus componentes, sino sobre todo, desde los espacios de actividad económica y productiva de todos quienes se sienten identificados como masistas.
Bien apunta el corresponsal de Clarín Pablo Stefanoni en un artículo publicado en Pulso hace unas horas que una cosa es un masista con perfil indianista como el Canciller David Choquehuanca, y otra cosa sería el señor Juan Carlos Ortíz, ex presidente de YPFB, autonombrado masista, procedente del mundo karayana oriental, "clase media" con paso laboral por transnacionales del petroleo.
Esa desigualdad de raíces, itinerarios vitales, formaciones académicas, experiencia y excelencia laborales se advierte de manera nítida en el gabinete de ministros en el que se puede encontrar de todo: Una activista rural en el Ministerio de Justicia, un ex militar e intelectual sociólogo en el Ministerio de la Presidencia, un economista subsecretario de la UDP en el Ministerio de Planificación del Desarrollo y un dirigente de la COB de los 70-80 en el Ministerio de Trabajo, estos dos últimos antiguos militantes del MIR, una médica con recorrido académico y militancia comunista en la UMSA en el ministerio de Salud, un abogado especializado en asuntos empresariales en el ministerio de Defensa...
Ninguno de los nombrados tiene que ver con una matriz cocalera o campesina, a excepción de Célima Torrico, y en alguna medida de David Choquehuanca. Y así como tenemos al ex presidente del Colegio de Abogados de La Paz, en la misma mesa de trabajo se sienta una dirigenta acusada de hechos reñidos con la legalidad durante los cruentos sucesos de Cochabamba en enero pasado.
No se trata de buscar uniformidad a la hora de elegir al equipo de trabajo, pero sí, en lo posible, de armar un grupo parejo en condiciones intelectuales y de experiencia en las especialidades correspondientes que permita jugar todos los torneos con alto sentido de trabajo colectivo. Pero esto en Bolivia no es posible. Como la exclusión de siglos ha sido tan despiadada es más importante por ahora la participación que la excelencia y el conocimiento, y es esta, desde mi punto de vista, la matriz para llevar a buen puerto una verdadera revolución democrática y cultural.
En los últimos veinte años han surgido una pléyade de brillantes intelectuales aymaras como Esteban Ticona, Director de la Academia Diplomática de nuestra Cancillería. Pero nuestra nación de naciones necesita formación académica, teórica y especializada para hombres y mujeres de las otras treinta y cinco pueblos y naciones indígenas de Bolivia, porque con el espíritu de lucha llegara un momento en que no será suficiente.
Para tener un gabinete mayoritariamente indígena como quisieran los más indigenistas e indianistas hay que recorrer rutas muy largas y eso se puede demostrar con lo siguiente: Los ministros a los que más consulta Evo Morales no son indígenas, los aliados políticos del Presidente,con liderazgo como Juan del Granado no son indígenas, los alcaldes a los que el presidente entrega cheques en todos los departamentos de la República no son indígenas, y lamentablemente muchos de los indígenas y campesinos que llegan a alguna instancia de decisión son seducidos por las taras y las triquiñuelas de la burocracia pública que los alejan de sus territorios y comunidades originarias que les entregaron la confianza para luchar por sus derechos y aspiraciones.
Periodicamente se viene informando acerca de la erradicación absoluta de analfabetismo en varias poblaciones rurales del país. Leer y escribir son los primeros pasos y ojalá que este plan se masificara y propendiera a un proceso asentado en la memoria larga, de lecto-escritura embadurnado de espíritu crítico. El gran Roberto Rosellini decía al respecto que "un espíritu libre no puede aprender como esclavo". En otras palabras, por aquí comienza el destierro del colonizador alojado en la cabeza del colonizado como bien dijo el maestro brasileño Paolo Freire.
Con todo esto quiero significar que un proceso de cambio sólo será posible propiciando una descomunal revolución en el interior de todos nosotros, bolivianos. El día en que consigamos equilibrar el derecho y el acceso al conocimiento y a la formación seguro que las clases medias ignorantes y que hacen gala de esa ignorancia, emergerán a la vida con muchos menos prejuicios y comprenderán que la ciudadanía universal es una cualidad o condición a la que debemos llegar a empatarnos todos los bolivianos.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Tuto el cipayo

¿Desde que pedestal habla el plagiario de John Fitzgerald Kenedy? ¿Quién le ha otorgado esa petulancia como si se tratara de un docto conocedor de la historia y geografía de nuestro país? ¿Dónde cabe su memoria, cipayo del imperialismo norteamericano ya que esa memoria no cabe en su pequeña sesera?
Cuando usted era Subsecretario de Inversión Pública y Financiamiento Internacional y luego ministro de Finanzas de Jaime Paz Zamora ¿Cómo llevaba su chip al grupo consultivo de París y al club de París? ¿Hablaba primero con el embajador de Estados Unidos, el representante del Banco Mundial, el del Fondo Monetario , el del BID o el de la CAF para repasar las lecciones del Consenso de Washington? ¿O su buena memoria de contable aplicado de la IBM en Texas ya le permitían la opción de no pasar por esa instancia?
¿Qué recuerda de usted mismo señor Quiroga? ¿Que jugaba básquet en el Nonis de Santa Cruz, cuando su papá era embajador del Coronel Banzer? ¿Que pateaba pelotita en el patio de su casa cochabambina mientras sucedían las masacres de Tolata y Epizana a cargo del que su merced luego sería niño mimado, candidato a la vicepresidencia y sucesor?
Cuando los bravucones de la DEA se paseaban Santa Cruz empistolados, o disparaban al aire en el subtrópico chapareño, o hacían Piscinas-party con chicas benianas en el oriente salvaje ¿hacia dónde miraba usted Tuto? ¿Hacia Washington, o mejor hacia los hermosos rostros de su disitinguida esposa Ginger y sus hijas estadounidenses?
Y ahora nos quiere hacer creer que es todo un nacionalista. Que vitupera a Chávez por orgullo y soberanía bolivianas. Que se encoleriza porque llega, Amhadinejad, el presidente de Irán, pero ya no recuerda al embajador Rocha profiriendo incendios contra un candidato indígena a la presidencia de nuestro país.
Es decir ¿quién diablos se cree usted JQR, para intentar persuadirnos que todos los bolivianos somos idiotas y no sabemos quién es usted?

lunes, 24 de septiembre de 2007

Gestos, voces, palabras, imágenes, adiós

Se ha ido Marcel Marceau. El clown de la corporalidad perfecta, del gesto enternecedor, el admirador de Charlot y del hombre de la cara de palo, el maestro Buster Keaton.
Está de viaje por las nubes Luciano Pavarotti. Canta junto a los ángeles y a las ángelas, arias de "La hija del regimiento", "Cavallería rusticana", "I pagliacci", "Rigoletto", "Carmen", "Elixir de amor", canciones napolitanas como O sole mío, pop-rock con Elton John, Sting, David Bowie. Pavarotti es la voz perfecta, la media voz que te rasga las vísceras, el vencedor de todos los tiempos. Más grande que Carusso, aunque los clásicos se escandalicen.
Hace un par de meses también se marchó el rosarino Roberto Fontanarrosa. Entre el dibujo y el cuento, entre Boogie el aceitoso y el clásico Rosario versus Newells. Talentoso para el trazo y la risa, para la palabra futbolera de arrabal, llena de barrio y amor por la amistad, por la tertulia.
También se fue Ingmar Bergman, el sueco admirado por Woody Allen, el amante profundo de la inmensa Liv Ullman. El cineasta esencial, invicto por jamás haberse rendido ante la seducción tecnológica.
Gracias por la mueca, el canto, la palabra, el dibujo, la cámara en movimiento. Qué sería de nosotros sin ese talento y esa sensibilidad que tanto nos ayudo a crecer y a creer, a vivir y a levantarnos cuando la mano venía pesada.
Artistas y distintos. Por eso distintos. Sin ellos seríamos nadie.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Pajeros

Cada vez que me llega una opinión de alguien escondido en el anonimato, cada vez que me entero de algún sucio comentario en algún otro blog basado en la mentira y en la calumnia, pienso en quienes por sus actividades laborales diarias no están obligados al estatus público.
Los envidio sanamente.
Hablan con sus familiares, sus amigos, sus compañeros de trabajo y no le rinden cuentas a nadie, no tienen que empeñarse en demostrar si son buenos ciudadanos o no, si creen en la patria, su destino, su gobierno y sus opositores. Periodistas como yo, en cambio, somos sospechosos por lo que hacemos y por lo que no hacemos, es el precio que hay que pagar por ejercer este oficio.
Quiero decirles con toda claridad a esos pajeros que se hacen películas con mi trayectoria periodística que no les tengo miedo, que no tengo nada que esconder, que mi trayectoria profesional es conocida desde que me inicie en 1982. He trabajado en gestiones gubernamentales en tres oportunidades y estoy tranquilo con el trabajo que desarrollé, es más, estoy orgulloso del trabajo que hice en la Cancillería de la República, estoy orgulloso del trabajo que hice con el Presidente Rodríguez Veltzé y estoy tranquilo con mi conciencia a pesar de haber trabajado con Sánchez Berzaín como director de comunicación del Ministerio de Gobierno entre 1996 y 1997. En esa oportunidad fuí director de comunicación y los periodistas con los que tuve relación, ellos desde sus medios, yo desde la función gubernamental, pueden dar cuenta de mi conducta y mi empeño por siempre haber tratado de facilitarles sus búsquedas y sus demandas de información.
Ya me tienen harto compañeronacas. Son ustedes un lastre agazapado en la guarida del anonimato, la mediocridad y la frustración.
Voy a seguir haciendo periodismo, desde la radio, desde este blog, desde la televisíón si es que se presentan las condiciones, desde el trabajo con instituciones internacionales a las que estoy vinculado y que no son oeneges con oficinas en Bolivia, valga el subrayado.
En 1989 voté por Gonzalo Sánchez de Lozada porque para entonces consideraba su proyecto como viable para Bolivia, ganó, pero la presidencia fue para el tercero. Luego voté sucesivamente en blanco. En 2002 voté por Evo Morales y lo dije en su oportunidad en un programa de televisión. En 2005 volví a votar por Evo Morales convencido de que había llegado la hora de un proyecto distinto, que enmendara los errores del neoliberalismo.
Sin embargo no hago política partidista, no me interesa militar, a estas alturas si hay algo que me tiene tranquilo es no trabajar para ninguna institución boliviana, gubernamental o no gubernamental. Soy un periodista independiente financiado por un proyecto relacionado con la OIT y que tiene apoyo publicitario en los espacios de los que dispone.
Así que pajeros, mal entretenidos y cobardes, los sigo esperando, quiero ver si tienen el coraje de sacarse las mascaritas y enfrentarme publicamente para ventilar nuestras diferencias como seres civilizados y respetuosos.

martes, 11 de septiembre de 2007

Teorías de la conspiración

Instalada con todo éxito la cultura de la sospecha, en Bolivia todos invocan la democracia y el Estado de derecho (algunos quisieran proponer el Estado de derecha, pero el pudor que les queda, se los impide).
Esas invocaciones sirven para llenar notas de TV, entrevistas en radio y páginas de diarios. Producen hartazgo y hastío. Producen desazón y aburrimiento. Producen incredulidad y ganas, a veces demasiadas ganas, de cerrar la libreta y dedicarse a otra cosa que no tenga que ver con la pesada agenda política nacional.
En Bolivia todos conspiran según todos:
Conspira el Embajador Goldberg, con pasado diplomático en Kosovo, que habría llegado con la misión de evitar la consolidación del triángulo Cuba-Venezuela-Bolivia.
Conspira Branko porque la nueva ley de tierras va a afectar a muchos de sus colegas empresarios, a sus amigos y a su propia familia.
Conspira Chávez desde Venezuela que quiere una reedición del foco revolucionario en nuestro país, tal como lo intentara el Che en los 60.
Conspiran los indianistas que quieren reestablecer el Tahuantinsuyo en pleno siglo XXI.
Conspira el Alcalde Percy Fernández que quiere bolivias, una de oriente y otra de occidente.
Conspira Manfred que ha pedido la renuncia del Presidente Evo Morales.
Conspira García Linera para introducir un modelo indigenista con el sofisticado membrete de capitalismo andino (?).
Conspira el mesismo con sus portavoces sabelotodos que han penetrado en varios medios de comunicación para hacer escuchar sus sabias palabras desde los púlpitos mediáticos.
Conspiran todos los cívicos y prefectos hijos de la partidocracia banzerista, movimientista y mirista desde Cobija, Trinidad, Tarija, Sucre, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra.
Conspira la FIFA que ha afirmado que esta será la última eliminatoria mundialista que se juega en La Paz.
Como todos conspiran contra todos, pocos hablan de un modelo de desarrollo nacional que permita pasar de la participación política a la participación que convierta a los habitantes de nuestro país en masiva población economicamente activa.
Como todos conspiran contra todos, nadie habla de una ingeniería empresarial estatal que le permita saltos cualitativos a YPFB y COMIBOL que por ahora siguen estacionadas en el pasado de la burocracia pública politizada y discrecional.
Como todos conspiran contra todos, nadie ha presentado la necesidad de la discusión de un modelo nacional que supere la mera exportación de materias primas, industrialice el agro de manera definitiva y total, y se pueda pensar en darle valor agregado a todo lo que pueda producir este país que la leyenda indica, es un mendigo sentado en una silla de oro.
Con todos estos datos, se puede intentar escribir una nueva teoría de la conspiración que viene por derecha y por izquierda, y con el denominador común que caracteriza a los políticos de América Latina: Estrechez de miras y dureza de entendederas.

El anverso del horror

  Ha sucedido en distintas latitudes que varios creadores audiovisuales fueron advertidos a través de preguntas formuladas por la crítica es...