Publicado en Marcas Plus de La Razón, La Paz-Bolivia
El Arsenal se impuso al Tottenham Hotspur (2-0) en el derbi londinense por la FA Cup que se juega en simultaneo con la Premier y en el gol de la apertura, la asistencia perfecta para Santi Cazorla –balón rasante en profundidad hacia la izquierda del área grande— la ejecutó con clase y precisión, Serge Gnabry, delantero alemán llegado en 2012 del Stuttgart y al que Arsene Wenger ha empezado a otorgarle minutos de rodaje para que pueda ganar confianza y engranar en el ritmo de jugar entre siete y ocho partidos mensuales.
Gnabry tiene 18 años y completó
un interesantísimo desempeño para gestar varias arremetidas en ataque que con
el triunfo del sábado sitúan al equipo de los “gunners” en la punta en dos de
los torneos locales y seguramente con la mente puesta en lo que podrán ser los
encuentros con el Bayern de Munich a jugarse en febrero por octavos de final de
la Champions.
Retirado Alex Ferguson, ahora
queda Wenger como única ave rara en el cosmos de los grandes entrenadores, con
diecisiete años de permanencia contínua al frente de un equipo cuya identidad
está sustentada en múltiples sociedades estratégicas para ser protagonista con
una inequívoca vocación ofensiva, y ahora también en una muy notable rotación
con una plantilla que tiene por lo menos dieciocho jugadores a los que no se
podría etiquetar con los clásicos denominativos de titulares y suplentes.
En el triunfo contra el
Tottenham, el Arsenal salió al campo del Emirates sin Mesut Özil, Lukas Podolsky
y Olivier Giroud que a primera vista podrían ser considerados como prioridades
del onceno inicial. Sí lo hicieron en cambio, el ya citado Gnabry, Theo Walcott
y Jack Wilshere que refrendaron con sus actuaciones, los argumentos por los que
marchan primeros: Trabajo en bloque desde las bandas (Bacary Sagna y Nacho
Monreal) y por el centro (Mikel Arteta, Santy Cazorla, Tomas Rosicky) y enorme
solidaridad al momento de retroceder para colaborar sin medir esfuerzos en la
recuperación a sus compañeros del fondo, por lo general, Laurent Koscielny y Pet
Mertesacker.
Pero está visto, nuevamente, que
Wenger puede privilegiar el funcionamiento con sus respectivas variantes
tácticas sin necesidad de encorsestarse en un equipo de inamovibles porque
cuenta nada menos con treinta y cuatro jugadores: Tres porteros, siete
defensores, trece mediocampistas! y once delanteros! con los cuales, gracias a
esa combinación de experimentados y
valores forjados en la cantera, tiene margen para dosificar las cargas con la elasticidad que permite una plantilla
larga.
La modalidad de las rotaciones
resulta muy beneficiosa como ya lo demostró Gerardo Martino al ponerla en
práctica en el Barcelona, apenas se hizo cargo del equipo catalán al inicio de
la temporada, sentando en el banco sin que le temblara la mano, de manera
alternativa, a Messi, Iniesta y Xavi Hernández porque el sistema de juego del
equipo se mantiene incólume con Fabregas, Alexis Sánchez o Neymar tal como se
puede comprobar con los azulgranas comandando nuevamente la tabla de la liga
española, pero quienes pretendan
trasladar mecánicamente el “experimento” a realidades donde las limitaciones
gritan de obvias seguramente fracasarán en el intento tal como ha sucedido con
un equipo boliviano en el último torneo liguero.
Si un equipo tiene una identidad
histórica que defender, un palmarés que testifica su trayectoria, y los recursos económicos
para tener jugadores de una sola calidad, las rotaciones pueden convertirse,
como está sucediendo con el Arsenal, en el mejor antídoto para combatir la
extenuación con la que muchos futbolistas terminan sus torneos, pero eso sólo
lo pueden hacer éste puntero inglés, los Manchester United y City, el Chelsea,
el Barcelona, el Real Madrid, el Bayern de Munich y unos pocos más que tienen
la fortaleza económica para simultaneamente invertir en sus divisiones menores
y en la compra de jugadores en cifras fabulosas.
Calidad –y cantidad—en
el Arsenal
Si en el arco no está Szczesny
pueden estar Fabiansky o Viviano. En defensa con igual rendimiento podrán estar
en las bandas Sagna, Monreal, Gibbs o Jenkinson, y como marcadores centrales Mertesacker,
Koscielny o Vermaelen. En el centro del campo Wenger ensaya continuamente más
de tres combinaciones con Arteta, Cazorla, Rosicky, Ramsey, Wilsher,Diaby,
Flamini y Ozil, ; y en el frente de ataque rotan Walcott, Giraud, Podolsky,
Gnabry.
A los nombres citados se pueden
agregar los centrocampistas Frirmpong, Hayden, Eisfeld, Zelalem y Olson, y los
delanteros Chamberlain, Sanogo, Bendtner, Park, Miyaichi, Akpom e Ibowi.
Con esta fortaleza, el Arsenal ha vuelto a ser
animador principal del torneo inglés, y dada su experiencia en Champions League
tiene
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