El pasado 28 de abril, algo así como hace cuarenta y cinco días, afirmé que el 21060,
decreto con el que funciona la economía boliviana desde el 28 de agosto de 1985, comenzaba su lenta agonía a partir de la intervención estatal en la producción y en el control de precios de la llamada canasta familiar o canasta básica de productos de consumo.
El domingo 8 de junio el vicepresidente Alvaro García Linera, a través de una muy defectuosa producción televisiva, se esmeró en explicar el cambio de paradigma económico considerando los rubros hidrocarburífero, minero, agropecuario y de servicios. Demostró con cifras que se han invertido los porcentajes del control y funcionamiento del aparato productivo y que el Estado ha comenzado a funcionar como punta de lanza en la que el mercado y lo comunitario tendrán también importancia central para intentar superar los funestos antecedentes de los 60 y 70 que indican que el Estado fue un administrador ineficiente y corrupto.
Los sectores empresariales formados en el canon neoliberal han elevado el grito al cielo y sus portavoces se la pasan profiriendo alaridos televisivos. Es decir, ya le han cantado el requiem al proyecto antes de que este pueda ponerse verdaderamente a prueba, cosa que para ello se necesita que YPFB, COMIBOL, EMAPA, ENTEL y otras que se anuncia, nacerán a la vida empresarial, diseñen las condiciones para hacer gestión productiva, evitando metamorfosearse en agencias de empleo del partido gobernante.
Es enorme el desafío que se ha planteado a sí mismo el presidente Morales y su gobierno. Es ambicioso y hasta podría suponerse que desmesurado si se examina la falta de experiencia y de cuadros profesionales capaces de edificar una gestión publica armónica y potente en todas sus áreas. Pero hay que comenzar, si se trata de cambiarle el cerebro económico al país, para demostrar que en la combinación de fórmulas puede encontrarse el despegue real y definitivo de un país todavía muy pobre y tremendamente precario si se miran los indicadores que presenta en la mayoría de los rubros en los que los números no mienten.
decreto con el que funciona la economía boliviana desde el 28 de agosto de 1985, comenzaba su lenta agonía a partir de la intervención estatal en la producción y en el control de precios de la llamada canasta familiar o canasta básica de productos de consumo.
El domingo 8 de junio el vicepresidente Alvaro García Linera, a través de una muy defectuosa producción televisiva, se esmeró en explicar el cambio de paradigma económico considerando los rubros hidrocarburífero, minero, agropecuario y de servicios. Demostró con cifras que se han invertido los porcentajes del control y funcionamiento del aparato productivo y que el Estado ha comenzado a funcionar como punta de lanza en la que el mercado y lo comunitario tendrán también importancia central para intentar superar los funestos antecedentes de los 60 y 70 que indican que el Estado fue un administrador ineficiente y corrupto.
Los sectores empresariales formados en el canon neoliberal han elevado el grito al cielo y sus portavoces se la pasan profiriendo alaridos televisivos. Es decir, ya le han cantado el requiem al proyecto antes de que este pueda ponerse verdaderamente a prueba, cosa que para ello se necesita que YPFB, COMIBOL, EMAPA, ENTEL y otras que se anuncia, nacerán a la vida empresarial, diseñen las condiciones para hacer gestión productiva, evitando metamorfosearse en agencias de empleo del partido gobernante.
Es enorme el desafío que se ha planteado a sí mismo el presidente Morales y su gobierno. Es ambicioso y hasta podría suponerse que desmesurado si se examina la falta de experiencia y de cuadros profesionales capaces de edificar una gestión publica armónica y potente en todas sus áreas. Pero hay que comenzar, si se trata de cambiarle el cerebro económico al país, para demostrar que en la combinación de fórmulas puede encontrarse el despegue real y definitivo de un país todavía muy pobre y tremendamente precario si se miran los indicadores que presenta en la mayoría de los rubros en los que los números no mienten.
3 comentarios:
El día de ayer domingo 22 de junio, el Vicepresidente hizo una apresurada y un tanto improvisada exposición acerca de los índices inflacionarios de gobiernos anteriores y los actuales.
En una parte habló de la inflación "acumulada" en los gobiernos anteriores e indicó que la inflación del actual gobierno era de poco más del 8% (8 y dos decimales que no recuerdo). A mí me sorprendió. Luego, un poco más tarde en el mismo programa, puso otro gráfico en el cual la inflación del año 2007 era del 11.7 (mas o menos) e indicó que "la inflación del 8.xx era el promedio de la gestión" del actual gobierno.
Me gusta la cita de Homero Simpson que dice "con estadísticas puedes demostrar lo que quieras... eso lo sabe el 14% de la gente" y por lo menos se espera que se usen bien esas estadísticas, no que las manipules y nos quieran hacer creer que la inflación en esta gestión de gobierno es menor que la de los gobiernos "neoliberales" que no tienen "autoridad moral" para cuestionar la política económica del "gobierno de cambio".
Creo que se debe medir a todos los gobiernos con la misma vara, y no apresurarse en sacar conclusiones y peor tergiversarlas mañudamente... ya sabemos que estamos en plena campaña... pero un gobierno que quiere ser "de cambio" no debería recurrir a la información estadística falseada.
O vamos a estar como Chávez que dijo que los parámetros estadísticos deben adecuarse al gobierno revolucionario socialista?
Abraxos
Que gusto encontrar este blog.
Aún apartándome del tema, debo decirle que se lo extrañaba, Peñaloza. Al menos por mi parte, trataba de no perderme sus columnas Futbol y Punto y los programas que conducía en radio y tv. Sé que se ha alejado del fútbol local, no sé por qué pero lo sospecho, pero para el caso creo que es bienvenida su opinión también en otros ámbitos, ya lo demostró en el Pentágono.
Pero no vaya a creer que es solo un comentario laudatorio, también es una promesa de lectura recreativa y también crítica según el caso.
Me disculpo por no haberme referido a la entrada motivo del comentario.
algunos dicen que la inversion en otros paises es estupendamente mucho mejor que en el nuestro ....
el que escribe estas letras no es un estudiado en economia pero segun mi triste y precaria enseñanza puedo deducir lo siguiente:
existe mayor inversion en los paises vecinos pues simple y secillamente su indice poblacional (gente, incluidos los INDIOS) es mucho mayor que el nuestro.
y tambien hay que señalar que EN TODO LADO HAY INFLACION, mi tia que se fue hace muuuucho tiempo a los EEUU me comenta que ahora compra con un "limite" .... y que todo subio ....
y mis primos que estan en "la madre patria" tambien pasan por lo mismo, ..... ¿que cosas no?
pero en fin ....
dejemos que este carro, ande ...... ¿o es que se tiene miedo que este carro deberas ande mejor y bien?
saludos
Luis Uzquiano L
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