miércoles, 25 de junio de 2025

Martes 13

Estaba a una semana de cumplir noventa años, pero su energía fue tan extraordinaria que le cambió el sentido supersticioso al martes 13 para dejar de respirar por la tarde de este día como nos lo había anticipado hace algunos meses. El Pepe Mujica ha tenido una vida tan extraordinaria y tan abrazadora de la humanidad que hasta parece habernos advertido que así lo haría, que se moriría el día de la mala suerte, para convertir el momento de su fallecimiento en un día de celebración de todo lo que fue su vida junto a Lucía Topolansky, su compañera de lucha y lecho, con la que compartieron su sencilla casa de campo de Rincón del Cerro, situada en las afueras de Montevideo.

Se ha recibido con serena tristeza la noticia de la partida de este maestro de la vida, de este padre de la esperanza vital, de este comunista bueno y lúcido como ninguno en América Latina, que certifica que el comunismo pudo haber sido distorsionado por la enajenación a la que puede conducir el ejercicio del poder, pero que comunistas como este Pepe Mujica nos recuerdan que pensar la vida como la comunidad humana que debiéramos ser, nos hace personas de entrañas con alma, personas que militamos en la diversidad de  tiempos y pueblos, aquellos milenarios que nos trajeron hasta aquí, y aquellos otros que se reinventan en la vorágine de la contemporaneidad.

Ha partido este uruguayo del mundo, pero no se ira de ese infinito Nosotros desde el que alguna vez pensamos  que cuando fueramos grandes debiéramos ser como el Pepe Mujica. Para decirlo en el sentido argentino del término, muchos ya estamos grandes, de sesentones para arriba y en estas nuestras edades hechas de memorias persistentes de sensibilidad, recordaremos escuchando una y otra vez a este que se convirtió en gran influencer de las redes sociodigitales con su palabra cargada de una filosofía de la cotidianidad para comprender el sentido de lo humano.

Ese mismo martes 13, como si se tratara de un homenaje subliminal a Mujica en el día de su partida, Luis Arce Catacora, en horas de la noche, informaba que había decidido declinar a su repostulación a la Presidencia para las elecciones previstas para este 17 de agosto de 2025. Invocó a la unidad como tantas veces lo hiciera Fidel Castro defendiendo la revolución cubana y su “sentido de momento histórico”. Ya lo había hecho David Choquehuanca en 2020, bajándose de una candidatura pedida por las organizaciones sociales, cediendo el paso al  propio Arce, en aras de la preservación del MAS-IPSP como fuerza política monolítica del bloque popular y ahora le tocaba al presidente-candidato que mayor cantidad de votos obtuvo en la historia electoral de Bolivia (3 millones 393.978 mil bolivianas y bolivianos votaron por el).

Arce se bajó de la candidatura el día de la partida del Pepe y sus casi cinco años en el ejercicio  presidencial nos recordaron esa otra cara de la condición humana, esa repleta de obsesiones personalistas, odio incontenible, calumnias por doquier y otras bajezas que tomaron forma de sabotaje persistente contra una gestión gubernamental asediada por los delirios de Evo y la obsecuencia evista que un día decidió convertir al que hizo candidato en su principal enemigo, en el espectro de sus pesadillas, en la personificación de la traición, en el blanco perfecto para, incluso, cerrar acuerdos con los partidos de la derecha en la Asamblea Legislativa Plurinacional. A propósito de esto el Pepe Mujica fue terminante el 29 de noviembre de 2024: “En la vida hay un tiempo para llegar y otro tiempo para irse (...) Lo de Evo es inconcebible”.

Arce ha optado por una dificilísima decisión que se explica con una frase alguna vez pronunciada por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan: “La democracia es un tranvía, cuando llegas a tu parada, te bajas.” Pues bien, Arce decidió bajarse luego de haber soportado cinco años de sabotaje a partir del rompimiento de la gobernabilidad que desde la Asamblea Legislativa decidieron senadores y diputados alineados con el evismo y que dió lugar a una gestión diariamente boicoteada, envilecida por los peores instintos que convertían al ex compañero en enemigo irreconciliable. Con esta decisión, Arce ha demostrado que jamás le interesó que se gestara el arcismo en el MAS-IPSP, que estaba muy lejos de su horizonte de vida pretender un culto a la personalidad con el que comenzó a destrozarse al instrumento político del bloque popular, erigiendo a Evo en deidad.

Hay evismo alentado por un puñado de fundamentalistas, no hay arcismo y ojalá que no haya androniquismo y que comience a discutirse en profundidad la necesidad de  eliminar de la estructura jurídico constitucional la reelección, estableciendosé una sola gestión para cualquiera que llegue a la Presidencia como hizo el Pepe Mujica que con un solo mandato (2010-2015) como presidente del Uruguay, tuvo suficiente tiempo para incidir con su palabra orientadora que trascendió fronteras: Un presidente puede optar por el camino de intentar seguir influyendo buenamente en su país y más allá, considerando que por su finitud, el ser humano está hecho de entradas y salidas mientras habite los tiempos y espacios de esta vida.  

 



Originalmente publicado en la columna Contragolpe de La Razón el 16 de mayo

No hay comentarios:

La película que no será

  En lugar de endilgarles la culpa a los que menos culpa tienen, los operadores del evismo, del androniquismo y del evismo-androniquismo p...