Rafael Ramírez
es el nombre del periodista del diario La Prensa que el 10 de diciembre de 2008
en un acto realizado en el Palacio de Gobierno fue apercibido por el presidente
Evo Morales, indignado por un titular que decía “Evo negoció luz verde con los contrabandistas
dos meses antes” y que estaba relacionado con un incidente producido en el
departamento de Pando en el que supuestamente, el gobierno había sido permisivo con el paso de treinta y tres
camiones que transportaban mercadería ilegal. El maltrato dispensado a Ramírez duró
aproximadamente cinco minutos, con el presidente de la República expulsando del
acto al periodista, luego de que éste
intentara responder.
El descrito es
seguramente el incidente más desagradable que haya podido producirse con
periodistas durante las tres presidencias de Morales y el Movimiento al
Socialismo (MAS). En aquella oportunidad el
primer mandatario le exigió al responsable de la cobertura en la plaza
Murillo que probara sus aseveraciones, cuando lo conducente hubiera sido pedir
explicaciones al director del medio, si acaso estaban fundadas en un reclamo argumentado.
Pudo más, sin embargo, como en otras ocasiones, la irritación de Evo que a
partir de ese comportamiento desató protestas que trascendieron los límites nacionales.
Ocho años
después, un enfoque internacional se refería en los siguientes términos al
resquebrajamiento de las relaciones gubernamentales con medios de comunicación:
“El ambiente en el que trabajan los
periodistas bolivianos se ha deteriorado considerablemente desde el inicio del
año: acusaciones públicas, intimidaciones, amenazas de procesos judiciales…
Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia los intentos de las autoridades de
perjudicar al gremio periodístico y apoya a los periodistas perseguidos en el
país/…/ El 19 de mayo de 2016, ante
los miembros de la Asamblea Legislativa de Bolivia, el ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó a la Agencia de Noticias Fides (ANF),
así como a los diarios Erbol, El Deber y Página Siete de formar parte de un
“cártel de la mentira”. El ministro hizo esta impactante declaración cuando fue
interpelado por los parlamentarios sobre el presunto tráfico de influencias en
el que estaría implicada la expareja del presidente Evo Morales/…/Según
Quintana, se trata de un escándalo mediático para desestabilizar al país.”
En marzo de
2016, la edición digital de Datos Política afirmaba que “Evo mantiene tensa
relación con la prensa independiente”: "Pollos de granja",
"vuvuzelas", "agentes de inteligencia" o del imperio,
"cobardes" y "narcotraficante" son algunos adjetivos con
los que el presidente Evo Morales
calificó a los periodistas desde que ingresó al poder en 2006/…/La relación entre el Presidente y los periodistas ha sido
muy difícil, muy tensa desde el inicio", aseguró el responsable de la web
de El Deber, Carlos Morales, quien afirmó que el Primer Mandatario afirmó varias veces que los medios son
sus principales enemigos políticos/... /"Los medios de comunicación
son mi principal oposición", repitió con insistencia Morales desde que llegó a Palacio de Gobierno
hasta hoy/…/El Jefe de Estado dijo una vez que el 80% de los medios estaba en manos de los opositores, por lo que
decidió cambiar esa situación /…/Pese a que la relación entre los medios de comunicación
y Morales sigue áspera, el Gobierno siempre negó una persecución, debido a que
deja que se publique en su contra y se
respalda en que no hay periodistas encarcelados.”
Según la misma
Datos Política, las relaciones entre Evo Morales y los medios internacionales
son parecidas: "El corresponsal de
CNN (en Bolivia) es narcotraficante", dijo Morales en su intervención en
Venezuela, al recordar los tres años del deceso del presidente de ese país Hugo
Chávez. La cadena internacional rechazó
la acusación de Morales porque su corresponsal es una mujer y calificó de peligrosas las declaraciones del gobernante
boliviano/…/El presentador y periodista de la misma cadena, Ismael Cala, no se
salvó de Morales. "Cobarde, agente del imperio y prófugo de la Revolución
Cubana", dijo Morales de Cala, cuando el Jefe de Estado canceló horas antes
una entrevista con CNN en agosto de 2013/…/ En septiembre de 2010, Evo intentó
que la corresponsal de BBC Mundo y NTN 24 TV, Mery Vaca, respondiera
sobre un comentario racista. "Aquí dice que soy un cruce de llama con
Lucifer. ¿Eso es o no racismo?", dijo Evo. Vaca se limitó a decir que no
le correspondía a ella responder.”
Lo que
Reporteros sin Fronteras y Datos Polìtica no consignan en sus enfoques tiene
que ver con una relación saturada de cortocircuitos, pero que fue siempre de
ida y vuelta, y para documentar esta aseveración, examinemos cómo Evo Morales se
convirtió en el Presidente más vilipendiado por medios de comunicación,
periodistas y opinadores en la historia contemporánea de los asuntos públicos
bolivianos. Cabe recordar que los años 2008 y 2009 fueron cruciales para el
país que se encontraba en proceso de aprobar en las urnas una nueva
Constitución Política del Estado. En ese contexto, varios sectores de la oposición política,
incluida la oposición mediática, propietaria de la mayoría de periódicos,
radios y canales de televisión del país, montaron una virulenta campaña
personalizada en la figura presidencial:
Portada
diario El Mundo, Santa Cruz de la Sierra, 17 de marzo de 2008:
(Titular a
propósito del encuentro entre el presidente Evo Morales y el futbolista
argentino Diego Armando Maradona en alusión a la temática coca-cocaína) :“Evo
exporta Diego Consume”.
Arturo
Mendivil, Radio Oriental, Santa Cruz de la Sierra, 28 de abril de 2008:
Comentario: “Que
pasaría si tenemos un colla hijo de puta, un colla hijo de puta, que dice, que
nosotros estamos construyendo la separación de Bolivia,…… esos engendros de
llama y piedra......nos han tenido agarraos de los huevos estos collas
malditos. ¡Carajooo! Ya está de buen tamaño que estos collas infelices,
malditos crean que aquí la juventud es mierda. Nuestra juventud es mucho más
altanera y llenas de ansias de superación y no como la raza de los collas que
solamente buscan la teta del Estado o buscan la coca o buscan la cocaína o
buscan el atraco. Esa la diferencia entre collas y cambas.”
Portada
diario El Mundo, Santa Cruz de la Sierra, 17 de agosto de 2008:
“Excelentísimo
asesino Presidente de los Bolivianos”: Rubén Costas, Prefecto (luego
Gobernador) del Departamento de Santa Cruz.
Jorge
Melgar, revista informativa en Canal 18, "Televisión del Norte", en
Riberalta-Beni, Septiembre-octubre, 2008:
Comentario:“
Odio esa raza maldita esta, (muestra dedo anular) no va a poder este (Evo
Morales) indio analfabeto ignorante. Pero creo que se está acercando la hora de
que él sea liquidado físicamente, me refiero a Evo Morales, Álvaro García
Linera, El Ministro de Gobierno Rada, el Ministro de la Presidencia, Juan Ramo
Quintana….No pisa más el indio maldito esta región.”
Diario
La Razón, La Paz, columna de Humberto Vacaflor, 26 de octubre de 2008, acusa al
Presidente de ser asesino, narcotraficante y de tener un afeminado
Vicepresidente:
“Nosotros, los
sucios periodistas, no hemos pedido a las Fuerzas Armadas que usen a sus
oficiales como terroristas para atacar un medio de comunicación. En cambio, el
Presidente lo hizo al ordenar que dos de los oficiales del Ejército que están a
cargo de su seguridad vayan a matar bolivianos en Yacuiba el 21 de junio
pasado. El anterior presidente que usó a las Fuerzas Armadas para atacar medios
de comunicación y afectar a la democracia fue Luis García Meza, el anterior
presidente acusado de ser narcotraficante”/…/“Nosotros, los sucios periodistas,
no hemos hecho comentarios sobre las dudas que tiene la gente acerca de los
hijos del Presidente, que sólo se prestan a aparecer cuando hay una campaña
proselitista en que se quiere demostrar que a Morales le gustan las mujeres. Ni
se ha hecho comentario alguno sobre todo lo que se dice acerca de su también
afeminado vicepresidente”.
Carlos
Valverde, marzo de 2009, Cadena “A” de televisión, programa “Sin Letra Chica”,
comentario:
No pues don Evo
un poquingo más, un poquingo más ya la tiene la inteligencia en palacio hágala
llegar a su oficina presidente ( ) lo
que ha dicho es una sandez, hágame el favor, puta madre, lo vamos a dejar pasar
por alto, no pues/…/ Presidente usted no piensa y lo que dice es mentira. Yo no
voy a poner inextenso la triste declaración del presidente de la República (Evo
Morales) rodeado o mas bien compadecido por Chávez (Hugo) que tiene la malacrianza de tratarlo como a un muchacho de mierda a
Evo Morales, tanto cambiaste viejo,
tanto cambiaste por una pega?, tanto
cambiaste por una pega pendejo?. Ay pelotudo, pelotudo público, en la misma
estupidez yo no he visto a un hombre que cometa tantas estupideces juntas vaya a uno a saber porque, saltando
mientras baila, debe tener una cosa en el culo que le estorba porque no puede
quedarse quieto vaya uno a saber cuales serán sus gustos eso es problema de él,
(Evo Morales).
“Paraestatales” e “independientes”
Autonombrarse
periodista “independiente” y estigmatizar a la competencia como “paraestatal”,
le valió al periodismo antimasista el contraataque furibundo del ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana que calificó como “Cártel de la mentira” a
cuatro medios que sostuvieron diariamente la trama Gabriela Zapata-CAMC que
terminaría incidiendo en el resultado del referéndum que el 21 de febrero de
2016 le dijo No a una nueva repostulación a Evo Morales.
En realidad, el
término paraestatal le fue útil a su inventor, Raúl Peñaranda, para diferenciar
a los medios supuestamente favorecidos con la torta publicitaria del gobierno
de los que se encontraban en la vereda de enfrente, es decir en la del
activismo que de independiente sólo tiene el nombre, ya que sus tareas exhibían
un barniz periodístico para encubrir operaciones de activismo político
asesorado por agencias norteamericanas , aspecto que fue notorio cuando el
mismo ex director de Página Siete se dedicó a acosar, adoptando el papel de un
fiscal obsesivo, a medios como ATB y La Razón durante el gobierno de facto presidido por Jeanine Añez, secundado por
Rafael Archondo que fuera embajador del gobierno de Evo Morales en Naciones
Unidas.
No hubo ni hay
medios paraestatales en Bolivia y tampoco medios independientes y eso se puede
corrobar con las pautas publicitarias otorgadas por los gobiernos de Evo
Morales a medios contrarios a la línea oficialista, --sobre todo televisivos-- y de la misma manera se puede constatar que
con un elemental análisis de contenidos, estaciones televisivas como P.A.T. y
ATB jugaron al pluralismo en unas ocasiones y al equilibrismo informativo en
otros. Lo cierto es que con todos estos antecedentes acumulados a lo largo de
catorce años, la mayor parte de los medios masivos tradicionales
–radioemisoras, canales de televisión, diarios—han explicitado líneas
informativas y de opinión abiertamente antimasistas, poniendo en evidencia que
la cantaleta sobre la existencia de un periodismo independiente es nada más que
una impostura con bases pretendidamente principistas.
En la actualidad
Evo Morales ya no es presidente de Bolivia, pero los medios que se encargaron
de montar campañas sistemáticas contra su figura y su gobierno no han variado
un ápice sus políticas editoriales, informativas y de opinión, ahora
desplegando una ansiosa agenda diaria para querer despejar dudas acerca de si
el gobierno de Jeanine Añez fue o no, producto de un golpe de Estado.
Independientemente de ello, muy poco, casi nada, estos medios se han referido
al carácter autoritario y violatorio de los derechos humanos que caracterizó el
régimen dominado en acciones y decisiones por personajes como Arturo Murillo,
ministro de Gobierno y Oscar Ortíz, Senador y luego ministro de dos carteras
que terminó destituido por Jeanine Áñez el 28 de septiembre de 2020.
Puesta en escena, noviembre de 2019
Las clases
medias urbanas a las que Evo Morales calificó despectivamente de pititas
estallaron de ira porque al escamoteo del referéndum del 21F de 2016 se añadía
ahora un presunto fraude sustentado en la suspensión del conteo preliminar no
oficial a cargo del Tribunal Supremo Electoral.
En tal escenario, las movilizaciones civiles iniciadas el 21 de octubre
desembocaron en motines policiales y en una toma de posición de las Fuerzas
Armadas que se convirtieron en los brazos represivos de un pretendido levantamiento
popular contra el prorroguismo y el presunto robo electoral a cargo del
Movimiento al Socialismo (MAS) en favor de su jefe supremo.
Con la renuncia
de Evo Morales por la tarde del domingo 10 de noviembre de 2019, comenzó a
funcionar una maquinaria mediática inaugurada con el anuncio de Jeanine Áñez a
través de la red televisiva Unitel desde la ciudad de Trinidad, en sentido de
que le tocaba asumir la presidencia del Estado en su condición de segunda
vicepresidenta de la Cámara de Senadores, salida definida por fuera de la
institucionalidad democrática del país.
¿ Qué hacían
representantes de la Conferencia Episcopal, tres embajadores, dos ex defensores
del pueblo, el presidente de una fundación católica, dos candidatos, el jefe de un partido que no participó en
elecciones, un amigo de la embajada de Estados Unidos ex-presidente del país,
su asesor abogado y otro abogado más representando al Comité Cívico de Santa
Cruz, decidiendo los destinos de Bolivia, superponiéndose a la Asamblea
Legislativa Plurinacional y prescindiendo de la Defensoría del Pueblo en
momento de la extrema convulsión y violencia que soportaba Bolivia? Respuesta:
Se ponían de acuerdo para que la senadora Áñez asumiera el mando del país y
buscaban los mecanismos con apariencia constitucional para que así
sucediera.
La coyuntura nos
dice que el sentimiento de culpa de Página Siete es descomunal. Si el presidente
de su directorio, Raúl Garafulic Lehm prefiere, monumental, como le gustaría decir al candidato al que su
diario respaldó en las campañas de 2019 y 2020, con la generación de encuestas
que lo ayudaran. Resulta que la realidad superó los groseros márgenes de error
de dichos estudios de opinión, especialmente los relacionados con el triunfo
del binomio masista Arce-Choquehuanca, y para querer justificar sus acciones,
utilizan tendenciosamente las actuaciones de Adriana Salvatierra, Susana Rivero
y Teresa Morales, que fueron las testigos clave de una sucesión presidencial
precipitada, chapucera e ilegal. De no
haber estado presentes ellas para constatar que todo ya estaba decidido y que
sólo restaba operar el asalto al poder
en el Senado, Unitel, Página Siete y todos los medios alineados con la
defenestración de Morales, estarían cómodos sin la necesidad de fabricar aclaraciones
que lo único que hacen es oscurecer aún más los penosos intentos de defender lo
indefendible.
A partir de ese
10 de noviembre de 2019, la estructura mediática opositora al MAS insiste en
instalar un relato insostenible desde la rigurosidad de los hechos. Para eso
publicó dos bodrios en forma de libros carentes de la mirada serena y rigurosa
que sólo permite el transcurso de un tiempo razonable. Es comprensible, a
Garafulic debe incomodarle que le llamen golpista. Nada mas le falta el intento
de querer demostrarnos que el de Banzer en 1971 tampoco fue un Golpe de Estado.
Publicado el 27 de junio en La Razón como parte de la serie Memoria y Archivo
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