viernes, 10 de septiembre de 2010

11-S

Me invade una rara sensación cuando recuerdo que en 1992 me subí al piso último de una de las torres gemelas. Ví al mítico Empire State como a un enano algo más grande que los otros enanos. Y pensar que desde abajo esos edificios son gigantes capaces de cerrar el cielo y oscurecer muy temprano las calles de Manhattan.
Ese mismo día, en 1973, fue asesinado en La Moneda Salvador Allende. Entre los terroristas del Islam y los sofisticados asesinos de la CIA no encuentro diferencias. Eliminan todo lo que les estorba en cuerpo y alma, y para que el show de la industria de la guerra pueda reverdecer luego de Irak y Afganistán, aparece un descerebrado que anuncia quemas de El Corán. No se da cuenta que trabaja para los fabricantes de la muerte que necesitan compra-vender sus devastadores inventos en un mundo en que la tierra se degrada y el hombre es cada vez más esclavo de toda esta sofisticación de revolcarse en el dinero que nos hace cada día más pobres de espíritu.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No olvidemos que la industria de la muerte bélica tiene a sus portadores de estandartes mortales a EEUU, Rusia, Francia, China, Israel y Brasil. El último de los cuales es ahora auspicioso soporte y amigo del proceso de cambio y el plurinacional estado. Eso sí da una extraña sensación de estrechar la mano de quién alimenta el fuego bélico con su armas de destrucción.

Warikasaya dijo...

11S fecha mítica, pasó en EEUU, se cayeron edificios, se disparó el precio del petróleo, cambió el mundo.

11S, se mató a la democracia en Chile, se instauró el ''orden y la paz social'' a patadas.

11s, Se masacró gente en Pando, y éste ''feudo'' pasó de manos de Leopoldo a manos de Juan Ramón...

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