Señor Fútbol, diario La Razón, La Paz, Bolivia
Hace casi una década discutí
crudamente con un ex colega acerca de si la inglesa o la española era la mejor
liga del mundo. El tipo era algo contradictorio porque para asuntos de orden
político se proclamaba vasco independentista (algo raro, un vasco que no habla
euskera), pero cuando tenía que hablar de fútbol jugaba a gran españolete. Pues
bien, transcurridos los años y consolidada la bicefalía Barcelona-Real Madrid
triturando a los otros dieciocho equipos de la liga hispana, y examinando la tabla de posiciones de cómo
marcha la Premier inglesa, en la actualidad no quedan dudas de su
espectacularidad y supremacía sobre el resto de las de Europa, incluída la
alemana en la que la tendencia histórica del Bayern y “los demás” no varía.
A dieciséis fechas de iniciada,
con nada más tres por jugar para culminar la primera ronda, el Arsenal va
puntero con 35 puntos, lo siguen muy de cerca el Liverpool y el Chelsea con 33,
a continuación les pisa los talones el Manchester City con 32, el Everton
marcha quinto con 31 y el Newcastle y el Totenham Hotspur tienen 27. Es decir,
entre el primero y el sexto y séptimo hay solamente ocho puntos de diferencia
cuando restan veintitrés fechas y muchísimo por jugar, con un tablero con un
margen mínimo para la equivocación porque eso podría significar pasar de una
fecha a otra de primero a cuarto, o de cuarto a octavo.
Todo hace pensar que quienes
pelearán el título centímetro a centímetro son el Arsenal que hasta el momento aparece
como el más regular en su andadura, con la incorporación de Mesut Özil que ha
tonificado notablemente la plantilla junto con figuras determinantes como
Arteta, Cazorla y Ramsey; el Liverpool que tiene a un asesino serial en la
definición rayando a altísimo nivel, el uruguayo Luis Suárez, que ha anotado
nada menos que ocho goles en los tres últimos partidos; el Chelsea, el más
campeón internacional inglés de los últimos cinco años y el recuperado
Manchester City que en una semana le ganó al Bayern Munich volteando el
marcador (3-2) y al puntero del torneo local (6-3), con el mérito de no contar
con todos sus titulares --principalmente en el partido jugado contra los
alemanes por la Champions-- y que tendrá como rival en octavos al Barcelona.
El Manchester United luego del
cimbronazo sufrido con la partida de Alex Ferguson y la llegada de David Moyes,
ha recuperado posiciones que con veinticinco puntos es octavo y fiel a su
estirpe, luego de estabilizada la nave en alta mar, va a pretender meterse entre
los protagonistas, honrando su palmares de más grande campeón británico, pero
por supuesto que en este momento, dada la vibrante competencia que se libra
semana a semana, es el segundo Manchester, el City, el que está provocando más
exclamaciones de sorpresa, a dos años de haberse consagrado campeón, y que ha
sido refrescado con la salida de Roberto Mancini y el arribo de Manuel Pellegrini
que ya debe saber cómo enfrentar a los culés para buscar instalar a los
celestes en el firmamento de los mejores del viejo mundo.
En la plantilla de veintisiete
jugadores del City hay ocho ingleses y su plurinacionalidad está constituída
por cuatro españoles, tres argentinos, dos serbios, dos franceses, dos belgas,
un brasileño, un sueco, un montenegrino, un bosnio, un marfileño y un rumano.
El entrenador es chileno que tiene como asistentes a dos españoles, un
argentino y solamente queda uno de la casa que trabaja en el club desde 2009.
En el partido que le ganaron a domicilio a los de Munich, ahora aguardiolados,
los germanos arrancaron con la posesión que define su personalidad, ejecutando
las consabidas triangulaciones estilo Barca, con pases hacia atrás, , hasta que la impresionante tarea de
recuperación a cargo de Fernandinho en el medio, esta vez sin la fundamental
presencia de Yayá Touré, con la muy efectiva labor de Zabaleta por la banda
derecha conjurando las frenéticas incursiones de Ribery, una gran solidez en la
línea de fondo demostrada por DeMichelis,( transferido del Málaga a pedido del
entrenador) y sin Kompany a lado, los citizens terminaron equilibrando las
cosas en el plan de que era perfectamente posible romper la iniciativa del
adversrio, más si en la jornada David Silva andaba tan inspirado como para
convertirse en el tiempista necesario con enorme temple para demostrar que en
Champions no hay invencibles y que una pálida actuación de local (perdieron 1-3
en el partido de ida con el equipo alemán), podía ser revertida de una manera
tan drásticamente positiva.
Consecuente con una manera de
jugar muy inglesa y por lo tanto muy física, con mucho desplazamiento, gran
precisión para quitar y hacer circular la pelota, con dos centrales fuertes,
dos laterales que marcan, suben y vuelven, dos volantes múltiples, e
intercambiando roles y posiciones entre dos centrocampistas ofensivos y dos
delanteros de área, y con un entrenador hiperexigente que considera que su
equipo no ha jugado bien la primera parte de la Premier, el Manchester City
quiere pelear el doble objetivo de subir lo más arriba posible en su propia
liga y conseguir eliminar al Barcelona para convertirse en candidato a ganar la
Champions.
Como para que termine certificada
la importancia del fútbol inglés en el contexto continental, los medios
españoles opinaban que lo mejor del sorteo para octavos hubiera sido no
cruzarse con los británicos, cosa que los azulgrana no podrán evitar, los
madridistas se miden con el turco Galatasaray, y en el otro duelo más
importante van a enfrentarse los punteros de sus ligas locales, el Arsenal y el
Bayern de Munich, llave de la que seguramente saldrá otro de los grandes
candidatos a ganar el torneo.
La Premier League se hace más
apasionante porque en este momento hay por lo menos seis equipos que pueden
perfectamente aspirar a ganar la temporada. Su organización sin alambrados y
una consolidada cultura del respeto y la tolerancia en sus hermosos estadios,
nos permite también, mirar sus partidos en fechas festivas de fin de año, ya
que navidad y proximidad de nuevo año no son obstáculos para que se dispute sin
interrupciones esta que es la mejor liga del planeta, realidad por hoy difícil
de rebatir.