La mentira, la media verdad, la tergiversación, las encerronas para entrevistas no anticipadas a muchos invitados en pantalla dividida, han sustituído la auténtica indagación de los hechos, la transparente elaboración técnica de la noticia y por eso digo, aunque a los gremialistas les incomode, que en Bolivia hay muy buenos periodistas, pero muy mal periodismo en tanto ese periodismo ha decidido ceñirse a las agendas de los patrones y no a una auténtica agenda nacional en la que aparecen por primera vez en la esfera de las decisiones aquellos que siempre estuvieron muy lejos de por lo menos poder opinar acerca de las políticas excluyentes que rigieron el país durante veinticinco años y de las que fuímos partícipes muchos clasemedieros como el que suscribe estas líneas.
No pertenezco a la Asociación de Periodistas de La Paz hace muchísimos años y no se me ocurriría reincorporarme ahora que la institución está manejada por individuos que jamás hicieron carrera periodística en el real sentido de lo que eso significa.
De la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) mejor decir solamente que se trata de una organización que defiende intereses propietarios y que cuando le parece oportuno emite pronunciamientos políticos. La dirige un periodista que fue exiliado y ahora vive remunerado por ese puñado de medios conservadores y de derecha que andan irritados con el gobierno de Evo Morales.
Con todos estos criterios reitero que éste, como ningún otro, ha sido el año de una despiadada manipulación mediática vinculada al intento de desestabilizar al gobierno y en lo posible a su derrocamiento. De eso saben especialmente Unitel, la red UNO (especialmente por los contenidos de su programación para Santa Cruz) y P.A.T., y pongo el acento en la TV porque en la radio hay una vocación más informativa, sea de izquierda o no, y los diarios en el país son leídos por muy pocos, razón por la que su gravitación en las audiencias es poco significativa.
Es difícil sobrevivir profesionalmente en este mierdero armado por los Monasterio y los Kuljis, pero lo estamos logrando,y aunque nos tachen de oficialistas, "vendidos" al MAS, o al gobierno (insinuación que me costó la ruptura de más de una amistad) seguimos en la brega de hacer periodismo y de hacer entrevistas para generar procesos noticioso-informativos.
Así que seguiremos, combatiremos contra quienes añoran un país igualito al que funcionó hasta 2005: Saturado de consultorías pagadas por organismos internacionales y decisiones de una partidocracia indolente, ignorante y corrupta, de la que quedan hilachas, algunas de ellas con curules en el Senado y en Diputados y que máximo en un año tendrán que despedirse de la vida pública de manera definitiva en tanto el proyecto popular originario indígena campesino copará el Parlamento y le pondrá el INRI a los todologos ilustrados --cipayos del imperialismo yanqui-- y poco talentosos "asesores" que ya tuvieron su oportunidad y ya es tiempo que se marchen con sus desafinados compaces para otra parte y para siempre.
No pertenezco a la Asociación de Periodistas de La Paz hace muchísimos años y no se me ocurriría reincorporarme ahora que la institución está manejada por individuos que jamás hicieron carrera periodística en el real sentido de lo que eso significa.
De la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) mejor decir solamente que se trata de una organización que defiende intereses propietarios y que cuando le parece oportuno emite pronunciamientos políticos. La dirige un periodista que fue exiliado y ahora vive remunerado por ese puñado de medios conservadores y de derecha que andan irritados con el gobierno de Evo Morales.
Con todos estos criterios reitero que éste, como ningún otro, ha sido el año de una despiadada manipulación mediática vinculada al intento de desestabilizar al gobierno y en lo posible a su derrocamiento. De eso saben especialmente Unitel, la red UNO (especialmente por los contenidos de su programación para Santa Cruz) y P.A.T., y pongo el acento en la TV porque en la radio hay una vocación más informativa, sea de izquierda o no, y los diarios en el país son leídos por muy pocos, razón por la que su gravitación en las audiencias es poco significativa.
Es difícil sobrevivir profesionalmente en este mierdero armado por los Monasterio y los Kuljis, pero lo estamos logrando,y aunque nos tachen de oficialistas, "vendidos" al MAS, o al gobierno (insinuación que me costó la ruptura de más de una amistad) seguimos en la brega de hacer periodismo y de hacer entrevistas para generar procesos noticioso-informativos.
Así que seguiremos, combatiremos contra quienes añoran un país igualito al que funcionó hasta 2005: Saturado de consultorías pagadas por organismos internacionales y decisiones de una partidocracia indolente, ignorante y corrupta, de la que quedan hilachas, algunas de ellas con curules en el Senado y en Diputados y que máximo en un año tendrán que despedirse de la vida pública de manera definitiva en tanto el proyecto popular originario indígena campesino copará el Parlamento y le pondrá el INRI a los todologos ilustrados --cipayos del imperialismo yanqui-- y poco talentosos "asesores" que ya tuvieron su oportunidad y ya es tiempo que se marchen con sus desafinados compaces para otra parte y para siempre.